Primera empresa láctea en España en recibir la certificación ‘Residuo Cero’ de AENOR en todas sus fábricas
CAPSA FOOD, continúa avanzando en su Plan de Sostenibilidad Integral (económica, social y ambiental) reforzando en este caso su compromiso con el medio ambiente para reducir los residuos de sus fábricas y transformar los que no se pueden evitar en productos de valor añadido. Las acciones puestas en marcha por la compañía le han permitido obtener el certificado AENOR Residuo Cero, convirtiéndose en la primera empresa láctea de España en recibir el reconocimiento.
Este certificado se concede a aquellas organizaciones que valorizan más del 90% de los residuos que generan, evitando así que su destino sea el vertedero, a la vez que contribuyen a impulsar la economía circular transformando los residuos en nuevas materias primas que se reintroducen en la cadena de valor; avanzando así en la lucha contra el cambio climático.
La empresa láctea ha convertido la Economía Circular en un pilar fundamental dentro de su Plan de Sostenibilidad Integral implementando, a lo largo de los años, diferentes mejoras que han permitido alcanzar el objetivo de ser Residuo Cero en todas las fábricas de CAPSA FOOD. Con la optimización de su proceso productivo en los últimos cuatro años, CAPSA FOOD ha logrado disminuir las mermas y el desperdicio alimentario. La cantidad total de los residuos generados se ha reducido en un 30%, lo que supone 4,6 millones de kilos de residuos evitados. Además, más del 90% de sus residuos se han conseguido valorizar un 95%, dándoles una segunda vida y transformándolos en fertilizantes, gas de origen renovable y nuevos materiales para otros procesos.
Empresa ganadora en la categoría ‘Empresa’ en los Premios Europeos de la Prevención de Residuos 2019
Capsa Food fue galardonada en los Premios Europeos de la Prevención de Residuos en la categoría de Empresas gracias al proyecto ‘Actúa diferente. RE-Think‘, que promueve un nuevo modo de hacer las cosas en materia de prevención de residuos y economía circular. Un proyecto que, según la compañía, ha implicado cambios profundos en la práctica totalidad de la cadena de valor de la empresa, involucrando no solo a los empleados de la compañía láctea, sino también, proveedores, clientes y consumidores. Entre los méritos que han llevado al jurado a tomar esta decisión están los resultados de la compañía en materia de reducción y segregación de residuos. Durante el 2019 se han reducido sus residuos en un 30% y, además, al 95% de los residuos generados, dándoles una segunda vida.