De acuerdo a la regulación de Seguridad actual, se define un espacio confinado como: “el recinto con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables o puede haber una atmósfera
deficiente en oxígeno, y que no esté concebido para su ocupación continuada por los trabajadores”.

Pese a esto último, no siempre se pueden diseñar las instalaciones de forma que se puedan evitar estas circunstancias, y, por lo tanto, la entrada de trabajadores en espacios confinados es frecuente en las plantas industriales, donde muchas zonas están catalogadas
como tal y donde, polo general, los trabajadores realizan largos turnos asumiendo los riesgos que ello conlleva.

La concienciación de las empresas en temas de seguridad, así como la continua exigencia de las diferentes normativas, hacen necesaria la continua búsqueda de soluciones a esta situación.

En este contexto, las técnicas alternativas que consigan reducir el número de trabajadores que debe acceder a estos espacios para desempeñar su labor constituyen un avance evidente para la seguridad de los trabajadores y por tanto de las Plantas Industriales, suponiendo además una disminución del tiempo de uso de la misma, que se traduce en menor coste, por no requerir una preparación del espacio adaptada a la entrada de una persona, maximizando el tiempo disponible de la instalación.

De entre estas alternativas, y en lo que concierne a la inspección industrial, la más interesante es, sin duda, la de la robótica. La utilización de equipos remotos, que se introduzcan en el interior de estos espacios confinados mientras el operador se mantiene fuera, permite realizar un abanico cada vez mayor de las técnicas usadas más habitualmente en inspección, como son la inspección visual o el ensayo no destructivo NDT a través de ultrasonidos.

En línea con lo anterior, y como ha venido haciendo Corteva Agriscience desde su Planta en Asturias y en colaboración con las empresas SGS Tecnos y Seerstems Robótica y Sistemas, los trabajos de inspección en el interior de tanques y reactores de la planta se han venido desarrollando, desde inicios de este año, por medio de sistemas robóticos, que incluyen tanto cámaras robotizadas como drones aéreos o robots de tipo “crawler” magnéticos para medición de espesores. Hasta la fecha se han venido realizando más de 15 inspecciones exitosas empleando este tipo de técnicas y MINIMIZANDO, en cada una de ellas, la entrada de persona al interior de dichos espacios, sin disminuir en ningún caso, la calidad de los trabajos realizados.

Información detallada

CORTEVA APLICA SISTEMAS ROBÓTICOS

Fotografía del robot de inspección industrial empleado para la inspección interior a través de ultrasonidos de los tanques. Sus reducidas dimensiones le permiten entrar por las bocas de hombre de tamaño estándar y, una vez dentro, un sistema de actuación lineal motorizado a través de un servomotor emplaza el sensor de ultrasonidos en el punto donde se necesita realizar la medición. Por otro lado, una bomba de gel acoplante se encarga de garantizar el correcto acople entre el palpador y la superficie metálica.

CORTEVA APLICA SISTEMAS ROBÓTICOS

En la imagen superior se observa al robot tomando mediciones en el fondo de un tanque.

CORTEVA APLICA SISTEMAS ROBÓTICOS

Por último, en esta imagen se aprecia el sistema descolgable de inspección visual entrando por la boca de hombre superior de un reactor, con su utilización se evita el descolgar a una persona a través de la misma boca de hombre para realizar, igualmente, una inspección del interior del tanque para valorar su estado.